La miopía supone una gran limitación para practicar deporte. Todos los deportistas, y especialmente los que practican determinadas disciplinas, saben lo importante que es tener una correcta visión.
En la mayoría de deportes, poder practicarlos sin métodos correctivos como gafas o lentillas es una cuestión de libertad y confort. Si eres corredor, sabrás que no hay mejor sensación que poder hacerlo sin tener que usar gafas y lentillas ni tener que preocuparnos por los problemas que causan el polvo, el agua e incluso el propio sudor. Ni qué decir de que usar lentes de contacto significa tener que llevar siempre el estuche con líquido, así como gafas graduadas, necesarias ante cualquier imprevisto.
Sin embargo, hay casos en los que el deportes y la miopía es una combinación particularmente problemática: